El reto
Comenzar con una nave industrial abandonada daba mucho espacio y oportunidades para crear lo que quisiéramos. Queríamos hacer sentir al comensal fuera de una fábrica, pero sin perder a la ciudad.
La solución
Franco es un ejemplo de lo que se puede hacer cuando se trata de proyectos de interiorismo. Proyectos integrales desde la conceptualización y las primeras ideas del lugar a la participación desde el levantamiento de los muros. Entramos hasta los detalles finales del lugar para asegurar que le ofrecíamos al comensal emociones de acuerdo con la experiencia culinaria.